Era finales de octubre y nos hizo un día que parecía robado a la Primavera, perfecto para celebrar la unión de Tamara y Javi.
Teníamos un reto añadido, el novio no sabía que ella nos había contratado con la intención de darle una sorpresa. Una muestra más de las ganas que tenían de hacer por el otro todo lo posible porque fuese el día más especial de sus vidas.
Esta boda nos confirmó algo que habíamos percibido en otras ocasiones y que provoca una mezcla agridulce de emociones: la importancia de hacer presentes a quienes ya no están.
Una boda es un motivo de celebración, sin duda, lleno de momentos felices, pero hay novias y novios que han perdido un ser querido y gracias a sus palabras, sus gestos, sus recuerdos contínuos, hacen que su presencia sea palpable durante todo el día.
Tamara consiguió ponernos los pelos de punta en la iglesia leyendo una carta dedicada a su primer amor, su padre, y nos recordó que las personas que más queremos y ya no están físicamente con nosotros, estarán siempre a nuestro lado, mientras las tengamos en nuestro corazón, las recordemos y las hagamos partícipes de todo lo que nos ocurre día a día... y como no, del día de nuestra boda.
Tamara Y Javi from Reflejo Pilomotor on Vimeo.
Ceremonia: Iglesia de Guadalupe, Hondarribia
Comida: Restaurante Golf de Hondarribia
Fotografía: Estitxu Ortolaiz
Peluquería: Iñigo Izaguirre
Maquillaje: Enara Roteta