La boda de Mónica e Iñigo, celebrada en la pintoresca Capilla de San Pedro Apóstol en el muelle donostiarra de San Sebastián, fue una verdadera ceremonia de ensueño. El romance flotaba en el aire mientras la pareja intercambiaba votos frente al mar Cantábrico. La sesión de fotos en barco añadió un toque de aventura y magia, capturando momentos inolvidables con el hermoso paisaje marítimo como telón de fondo. La celebración continuó en el emblemático Kursaal de San Sebastián, donde los invitados disfrutaron de una fiesta animada y llena de alegría en el restaurante Mika. Sin duda, fue una jornada repleta de amor, risas y recuerdos imborrables para Mónica, Iñigo y todos los que tuvieron el privilegio de compartir ese día tan especial con ellos.